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LA MIRADA DEL VIAJERO. Poemas.

LA MIRADA DEL VIAJERO


La idea de partir

“Todo el que camina anda…” (A. Machado)

“Hoy sólo sé que existo
y amanece” (J.Egea)



El viajero encuentra
en el trayecto
el sentido de su caminar,
las huellas que le llevan
directo, al centro de su corazón.

Habrá que seguir andando
y que la inclemencia
meteorológica,
los continuos vaivenes del camino
y el cansancio
no nos impidan disfrutar
del viaje.



El viajero te ama en cada rincón
del camino, disfruta de sus recovecos
de tu sonrisa.
Disfruta de los deseos.

El viajero te dibuja en el aire
del trayecto, juguetea con las hojas secas
del suelo, con tus labios.
Juguetea con los sueños.

El viajero escribe en algún instante
del periplo, sus huellas en la tierra
“Hoy es siempre todavía” ,
y el tiempo
y la poesía
se diluyen entre sus dedos.

El viajero sonríe
Te mira a los ojos
Y te quiere.
El viajero sabe disfrutar del momento
contigo.

Sabe de lo importante del camino
sin ausencia.


Val Del Omar (o la mirada del viajero)

“¿Cómo veo la Granada del S.XXI?
Apalancada. En una siesta interminable.” (J.I Lapido)

“…Más yo siento el agua
Algo que me estremece…como aire
Que agita los ramajes de mi alma” (F. García Lorca)

El viajero echó la vista atrás
esta vez
sin convicción ni esperanza,
y vio la ciudad
de fondo
sumida en una siesta inacabada.

Tras un largo deambular
se apartó del camino cansado,
pensativo,
tomó prestada una piedra
como asiento
y dejó que el aire recorriera
libre y redentor
cada poro de su cara.

SINTIÓ LA VOZ DEL AGUA,
una fugaz banda sonora
en forma de cante hondo,
y al viajero
se le estremeció el alma.

Buscó entonces
debajo
de
las
piedras
y entre los matorrales,
y por fin
el manantial le devolvió la calma.

Tras mojarse
pudo ver su reflejo.
Su mirada era triste
pero el viajero esa noche
pudo soñar, otra vez,
con su AGUAESPEJO.






Reflexiones en marcha


El buscador de tiempo se detuvo
un instante
y
fue
cuando
halló respuesta a sus plegarias.

Le invadieron sugerentes imágenes
de su vida,
cine mudo
de sus nostalgias.

- Se dio cuenta -

Tan sólo necesitaba sosiego
paz,
remanso en su alma.

- El descanso en el camino
le hizo comprender –

El tiempo se deshizo en polvo
de estrellas,
el viento lo esparció por todo el mundo
y un buen día
se coló en nuestras casas.

A través
de las ventanas del recuerdo.


















Alto en el camino (para soñar contigo)


“Para quien anda a tientas
y no sabe
la noche abierta es un peligro hermoso” (A. González)

“Y vuelo, vuelo
sin un lugar a salvo
sin poder detenerme” (L. García Montero)


I)
Que tus sueños sean tan dulces
como tu piel
y que la luna
brille en ellos tanto como tus ojos.

Que nadie pueda con esta ilusión
al mirarte,
cuando ya casi duermes
susurrándote al oído una canción.

Que mientras vueles con Morfeo
tu ausencia llene mi recuerdo
y tu aroma
en las sábanas mi aliento.

Que tu eterna sonrisa
apacigüe por fin
los desordenes de mi alma,
y tus caricias postreras
mis heridas
y carencias.

Que mis sueños se fundan
con los tuyos
que mis alas se desplieguen
con tus deseos
en algún rincón del camino,
en el infinito del universo.

En algún lugar de la Galaxia….





El sueño definitivo (Epílogo)


Ven
y búscame
- susurraste -

Entre los vestigios de la historia
cansada, en las aceras mojadas
de la ciudad en
r
u
i
n
a
s,
en las horas malditas,
en los paseos de la gente sin nombre.
En el fondo de los vasos
de mi interior.

Nada ha sido en vano
y por fin te he encontrado.

Tu escondite
es mi salvación






POESÍAS EN FUERA DE JUEGO




SIDERAL

El viaje más largo
jamás imaginado
lo haría yo
contigo
a cualquier rincón del mundo,
más allá de las estrellas
al otro lado del horizonte oscuro.

Volaríamos a un lugar de la galaxia
sin hora de partida
ni maletas,
sin las malditas prisas
ni billetes de vuelta.

Camino a otro universo
nos perderíamos en el infinito,
bailaríamos
como locos de contentos,
beberíamos licores desconocidos
hasta no poder más
y no encontraríamos
ni
un
solo
momento
razones para regresar.







Buen día
(a Maribel)

I)

Sólo necesito tres cosas,
tres, para que el día brille
como hoy, en tus ojos.
Con tanta insistencia.

La electricidad de tus labios,
“mi” sonrisa eterna
y por fin, tus pechos
sin prisas,
cerca de unos labios
que te esperan.

II)

Tu piel.
Mi bandera.
La única patria
que pueden entender
mis letras.
(La sangre de mis venas).

III)

En tu marcha
un deseo.
Que tu aroma vainilla
se impregne en las sábanas
y presida mis noches.
En tu ausencia.







Haikus
(del joven que leía a Machado)

I
No lo olvidéis,
no existe luz ninguna
que no cree sombras.

II
Entre los chopos
y los surcos del aire,
siento a Machado.

III
Si continuamos
adelante sin dudar,
habrá camino.

IV
Sólo la miré
una vez, y el deseo
escribió el resto.

V
Salgo en tu busca
y nunca te encuentro…
Me des
va
nez
co




Con tu recuerdo en la mochila (poemas viajeros)



I

He mirado al cielo
En un extraño acto de fe
Y no he visto mi constelación favorita
Así que he imaginado tus ojos.

Ha sido
Entonces
               Cuando
Al echarte tanto de menos
He reanudado el camino.

Por tu piel
La única ley en la que creo.


II

Quizá sea
El deseo de que aparezcas
O mis ganas de abrazarte,
Quizá sea la condición
De mi naturaleza contradictoria
O las letras que te piensan
En la libreta de mis soledades.

Quizá sea sólo eso
Pero en este receso del viaje
El caso es
Que ya he aprendido a dibujarte
En el aire.


III

Se ve que el amor
No entiende de fronteras.
Cuando un policía checo
Me preguntó en su idioma
“En qué coño
Está usted pensando”,
Yo le respondí
Que en ti.
Me miró  con cara de pocos amigos
Y cobró la multa.
Creo que me maldijo
(Otra vez en su idioma)
Y desapareció.
Yo me quedé con tu pensamiento
De nuevo
Y sonreí.
En nuestro idioma.



IV

Me han contado no sé que historias
Sobre el amor en Lovere,
El lago y los deseos.

A los pies de los Alpes
Y con el alma en la mochila,
Intento recordarlas
Vagamente
Mientras le saco la lengua
A mi reflejo sobre el agua.

Después de tirar tres piedras
Pienso en lo bueno que es
Llevarte tan dentro,
Porque así
Te encuentro en cada rincón
Del mundo
Y me haces recordar, de golpe
Historias
Sobre amores
Lagos y deseos.


V

La media luna se recuesta
En su parte del universo
Y me guía por la carretera
De noche a Granada.
La media luna me ilumina
Con tu recuerdo
Apoyando la cabeza en mi hombro,
Mientras el camino
Serpenteante, me lleva directo hacía ti.
En la inmensa madrugada.











1 comentario:

el rockero dijo...

Hola, voy a usar una parte de tu poema "La mirada del viajero" para una fotografía, http://fotopon.nogson.com/index.php?/content/calle-camion/
muy bonito poema, si deseas que sea retirada por favor avísame y cuanto antes lo hago.