
El viaje más largo jamás imaginado
lo haría yo contigo
a cualquier rincón del mundo,
más allá de las estrellas
al otro lado del horizonte oscuro.
Volaríamos a un lugar de la galaxia
sin hora de partida
ni maletas,
sin las malditas prisas
ni billetes de vuelta.
Camino a otro universo
nos perderíamos en el infinito,
bailaríamos como locos,
beberíamos licores desconocidos
hasta no poder más
y no encontraríamos
ni
un
solo
momento
razones para regresar.