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sábado, 31 de diciembre de 2011

Acabaremos el año como lo empezamos. Liándola. Ahí la lleváis.

My fucking motivation in tough times...



El amor se ha sentado en el cráneo
  de la humanidad
y en este trono el profano
  de risa descarada,

sopla alegremente burbujas redondas
  que suben en el aire,
como para juntar los mundos
  al fondo del éter.

El globo luminoso y frágil
  toma un gran vuelo,
  estalla y escupe    su alma tenue
  como un sueño de oro.

Oigo el cráneo en cada burbuja
  rogar y gemir:
"Este juego feroz y ridículo,
   ¿cuándo ha de terminar?

Pues lo que tu boca cruel
  esparce en el aire,
monstruo asesino, es mi cerebro.
  ¡Mi sangre y mi carne!"


(Baudelaire)






Toro, de "El Columpio Asesino",  o la banda sonora de mi vida este último mes del año.




jueves, 29 de diciembre de 2011

Este es el tema...

El tema del día, mientras escribía, o lo intentaba, en una equilibrada disputa con The Go! Team, The Strokes o The Black Lips, ha sido este... The winners is... United,  de Pete and The Pirates:




Stand by my a la granaína (II)


El Morgui fue incapaz de pasar su enorme cabeza entre los barrotes. Si lo hubiese conseguido, su inmenso trasero lo hubiera dejado atrancado igualmente.


El Chino, en la actualidad, sigue manteniendo cierto atractivo, que aun alejado del que en su adolescencia le hizo ser el más precoz en todos los aspectos de la pandilla, le pone en primera linea de parrilla para las canis treintañeras, que a decir verdad, las sigue habiendo en el barrio, de un nivel de follables, para arriba. No obstante, sus heridas de guerra le delatan cuando te acercas. Su vientre no es precisamente plano, como entonces, es el que tiene más arrugas, sobre todo en la frente y entorno a los ojos. Su aliento a whiski nacional tira para atrás, ya de buena mañana, y para completar el curriculum, se ha casado y divorciado dos veces, cuenta con tres vástagos (Chino junior y las dos mellizas) y lleva en paro año y medio. Se había dedicado a poner suelos y había montado una empresa con un primo, que les había dado muy buenos dividendos, subcontratas y chanchullos, pero que con la crisis se había ido a la mierda, como la mayoría de las del barrio, que dependían de una u otra forma de la construcción. Ahora intenta mantenerse con el poco subsidio que tiene (habían cotizado y declarado cuarto y mitad de miseria) y con las reformas y chapuzas que hace cuando lo llaman. Continua siendo, a su escala, el mismo cabrón engañabobas, que ha sido toda su vida. Siempre mintiendo. Siempre poniendo cuernos. Siempre embaucándonos a los demás para terciar en sus fechorias. Un grandísimo hijo puta, dispuesto a timar a su padre, si hiciese falta. No me había fiado nunca de él, ni siquiera de pequeños. Sin embargo, me tenía mucho repeto. Mas que a nadie. No sabría decir bien porqué, pero precisamente eso fue lo que nos mantuvo unidos tanto tiempo.




-          Todos detrás de mí –susurraba el Chino- y sobre todo que no se oiga ni la respiración.. ¿lo has oído, gordo?

El Morgui asentía, con los churretres de sudor ya retestinados, mientras sentía como los colores se le subían por los mofletes, allá por donde más bailaban sus innumerables pecas. Pero el tío estaba de lo más concentrado que se le recordara. La tensión del momento,  la adrenalina recorriendo su orondo cuerpo y el temor a que el Lolo o el Chino lo aostiaran, proporcionaban las condiciones oportunas para que estuviera con todos los sentidos a flor de piel.



-          Entramos de uno en uno, y no salimos hasta que el de delante no esté escondido detrás de los abetos, ¿entendido?

-          ¿Y que hago con el barrote, Chino?

-          Coño, Morgui, te lo guardas y lo ponemos cuando salgamos, no preguntes gilipolleces… A ver, yo voy primero, tú segundo, el Lolo detrás y el gordo el último. ¡Vamos!

Tal y como dijo el Chino, fuimos entrando sin problemas, hasta que le llegó el turno al Morgui. El hueco no era suficiente para él. Los bocatas de chistorra y tocino, así como las barras de pan untadas en tomate frito, cuando se acababa la nocilla, le hacían un flaco favor (¡vaya contradicción!) en momentos como el que estamos contando. No era la primera vez. El Morgui se tuvo que conformar con quedarse fuera vigilando, por si venía alguien, o veía algo raro. El plan de huida del grupo estaba estandarizado. El protocolo lo teníamos muy claro. A un silbido del Morgui (era muy peculiar), saliamos en el mismo orden de entrada, parando igualmente en lo abetos, donde no podíamos ser vistos, para posteriormente abandonar la casa por el hueco del barrote, dejando el mismo en su sitio, para no dejar pistas. El lugar del barrote lo habíamos marcado en el suelo con canford negro y así no tendríamos nunca problemas para localizarlo la siguiente vez.

Allanar una casa nos parecía algo delictivo, pero también algo consumable sin demasiado riesgo. No haciamos nada sin medir los riesgos. Sin lugar a dudas éramos mucho más metódicos con catorce años que ahora.



(continuará)



Canciones con las que cerraría mi pub, empezaría a encender luces y echar a los últimos borrachos

Aprovechando que diferentes amiguetes y conocidos realizan en estas "entrañables" fechas complejos ejercicios, en forma de compilaciones y renovadas catarsis intelectualoides, me he permitido el lujo de emular a estos colegas, pero dándole a mis "elecciones" la sutileza autóctona de una mente influenciada por un delirio griposo. Algo diferente. O no.
Lo dicho. Así despediría a los borrachuzos de mi hipotético pub:



Bigott, siempre presente. "Adoro a las pijas de mi ciudad". Además, montaría una perfomance con mis camareras, bailando a la manera de él al final del video. Ganaría muchos adeptos para venirse conmigo al after.



Albert Plá no podía faltar a esta cita, con su versión del "Soy rebelde" de Jeantte. Indispensable cantar a viva voz la canción, borracho y desgallitado. Si sale bien, se puede invitar a la gente a un chupito suave. De absenta.



La tercera vía, para no ser repetitivo a la hora del cierre, sería la del "Me cago en el amor" de Tonino Carotone. Aquí se premiaría también al cliente mejor caracterizado, para tal magna pieza. Cuanto más drámatico mejor.





martes, 27 de diciembre de 2011

Stand by my a la granaína

Así hubiéramos sido los de la pandilla, de haber nacido en Soweto


Lo que es la vida chicos. Pasan los años por todos los del barrio y yo apenas me miro ya al espejo. Le doy la espalda al del ascensor, después de ducharme, no hago el mínimo esfuerzo por limpiar el vaho en el baño, e incluso la vanidosa costumbre que tenía, de mirar de reojo al caminar junto a los coches aparcados, desapareció hace ya un tiempo. Vivir en la ignorancia de tu alopecia y las patas de gallo, evita ciertos desasosiegos, que sólo una buena borrachera puede ayudar a desvanecerlos. Como el presupuesto ultimamente no está para grandes dispendios, los resfriados del alma he decidido curarlos con el olvido y la actuación dramática (que tan bien se me hadado siempre, todo sea dicho de paso), y dejar el alcohol para males mayores. Dosificar es triunfar. Vaya mierda de eslogan. Odio la austeridad, pero si no hubiese dilapidado la pasta que gané de rebote, haciendo el capullo... Podría estar ahora mismo haciendo lo que más me gusta. El capullo.
Decía ésto porque ayer era la cena de los cuatro de la pandilla. Nos creíamos los reyes del barrio. Y en realidad lo éramos. Recordamos muchas anécdotas. Nos emborrachamos. Dijimos una sarta de mentiras, colectivamente admitidas, que fueron derivando a realidades encubiertas, también colectivamente admitidas. Las cervezas dieron paso a las risas, las copas a las confidencias y las drogas, cuando hicieron acto de presencia, hirieron las dignidades. Ahí tengo que hablar en plural. La escala de dignidades estaba perfectamente estratificada desde críos. Teníamos muchas cosas en común entonces. Ahora apenas nada, pero la dignidad no la habíamos compartido nunca.


- Tios, tenéis que venir conmigo...¡Por fín lo he conseguido! -Gritaba el Morgui, con la cara bañada en sudor y la camiseta comida de mierda, mientras blandía algo punzante en su mano derecha-
- Conseguido, ¿el qué? gordo de los cojones -le contestó el Chino, con su desprecio habitual hacía el Morgui y el Lolo-
- Pues que va ser tontolculo, el barrote, el barrote -repetía agitado, mientras le caían los churretes de sudor por la frente- que ya lo he terminado de limar, jaja, y deciáis que era imposible, que me iba a tirar media vida, y mirad, tengo más huevos que vosotros tres juntos...

Nos enseñó el barrote. Y en efecto. Tenía mas pelotas que todos juntos, pero al mismo tiempo, carecía de dos dedos de frente. De hecho tres cabezas suyas, inmensas, no juntaban el cerebro de uno de los demás. El Morgui era un cretino. Lo queríamos mucho, pero no había día en que no le recordaramos diez veces lo imbécil que era.

- Pero bola de sebo, ¿qué coño haces con el barrote aquí? Mira que eres desgraciado... El barrote había que limarlo y dejarlo después en su sitio, para no levantar sospechas. pero... ¿de qué planeta viene este tio? - Nos preguntaba el Chino, al Lolo y a mí.

Nosotros soliamos mover los hombros y mirar con desaprobación al Morgui, aunque como de costumbre, yo salí en su defensa. El gordo era mi debilidad, y aunque era un verdadero patán, era un buen amigo, noble y bonachón, no nos guardaba rencor nunca y encima, era quien me defendía siempre que me metía en problemas en el colegio, o con los del barrio de arriba, el de lo pijos.

- Bueno, dejadlo en paz, todos nos podemos equivocar...
- Ya, pero es que él la maja siempre -Decía el Lolo mientras le daba una colleja-
- A ver, Morgui, ¿había alguien en la casa?
- No sé..
- ¿Cómo que no sabes? -Me empezaba a exasperar- ¿Estaba el coche, se oía algo, estaba el puto candado en la cancela...?
- No... creo que no...
- ¿Lo ves como es un inútil, lo ves? - Me preguntó-disparó el Chino, mientras se levantaba de un salto.
- Bueno, bueno... Vamos a hacer una cosa, chicos. Está oscureciendo, vamos hasta la casa y echamos un vistazo. Si no hay moros en la costa, colocamos el barrote en su sitio...
- Si no hay nadie lo que deberíamos es entrar - Sentenció el Lolo, poniendose muy serio-

Nos miramos fijamente, y no hizo falta seguir hablando. En ese instante de silencio afirmativo, supimos que nuestro momento había llegado. Lo que habíamos maquinado durante todo el invierno podíamos, al fin, llevarlo a cabo. Nuestras caras reflejaban satisfacción, pero al mismo tiempo no podríamos disisimular  cierto rictus de tensión e incertidumbre. Bueno, todas las caras no. El Morgui seguía con la misma de siempre.


(Continuará)




sábado, 24 de diciembre de 2011

Feliz Vanidad y próspero año hueco

Este es el Papa Noel que me ha mandado a tomar por culo. Llevaba un ejemplar de la senda del perdedor en un bolsillo, una petaca en el otro y un enorme bulto en la entrepierna.


Noche buena ayer. El 23 es día primo por excelencia. Resaca hoy.
He salido a la calle a ver si había algo que celebrar y me he comprado diez kilos de orgullo en polvo (es más fácil de transportar). He repasado un sms de las 7.02. Borracho.Sincero. Borracho.
Me he atiborrado de verguenza ajena y una vez embutido, me he puesto en la cola de Papá Noel. Si. Eso mismo. Lo de sentarme en sus rodillas siempre se me ha dado mal. Él se ha quejado de mi mal aliento y yo le he pegado una chapa de veinte minutos a cerca de la reflexión que me regaló ayer Beatrix. Ser emisor y receptor al mismo tiempo, echarse un polvo a uno mismo, solucionar, por fín, el dilema moral de los hijos que no tuvimos -que dice Aute- y que viven en las cloacas. Me ha mandado a tomar por culo, pero al final le he visto muy pensativo, así que el que se va a ir a tomar por culo es él. Me he ido satisfecho, y de paso he quemado tres estanterias del Corte Inglés. Tres chicas de perfumería me han aplaudido, y al echar la vista atrás, crepitando entre un montón de libros de autoayuda, me ha parecido ver a Papa Noel abofeteando al mismísimo Paulo Cogelo. He sonreído, le he mirado el culo a la rubia que abría la puerta y me he encendido un lucky para saborear la victoria. Ah, también he robado lo último de Franzen y Houellebecq; los enfrentaré a garrotazos, a la manera más goyesca, y a ver que sale. Por cierto, el libro de Franzen pesa un huevo. Debe ser ese el precio de la Libertad, ¿no?
Me ha venido bien el paseo en ayunas. Son las cinco. Sigo con resaca y no tengo nada de hambre. Qué cosas. Pero creo que está siendo un buen día.





Un buen día. Los Planetas.


A falta de borbones, pondremos entre todos nuestro granito de arena (movediza)




Jota ya ha puesto el suyo






jueves, 22 de diciembre de 2011

Mejor solo, ¿no?


“En la soledad roe el solitario su propio corazón; entre la muchedumbre se lo roe la multitud. ¡Dedicid!" (Nietzsche)




Desde Carvajales o la Huerta del Loro. A veces, camino del Llano de la Perdiz.

Tantos rincones.
Tantos recodos descubriendo mi amor a Granada.

Alejado de granadinos.





Soy un pobre granaíno. Los Planetas.




lunes, 19 de diciembre de 2011

Ley de vida


Apuntó a la nuca.
Fue un disparo seco,certero. Inapelable. El domingo quedó inerte sobre la acera fría.
Murió solo. Desangrado.
Es un hijo de puta. Un indeseable.
Pero el lunes hizo lo que debía.


sábado, 17 de diciembre de 2011

Cuando terminas dando la razón a dos bastardos de Manchester, es que algo no funciona muy bien en el mundo. O más bien, en tu cabeza.

Liam, el díscolo. A sus labores. Siempre.

Noel. El que más controla. De hecho puede utilizar un dedo más que su hermano.





Antecedentes de estos hooligans del Manchester City, metidos (entre otras cosas) a estrellas de rock:


Noel Gallagher (éste es el cuerdo de los hermanos)
  • La razón por la que no he asesinado a Liam es porque no me gustaría ver a nuestra madre llorar.
  • Liam sólo tiene dos problemas: todas las idioteces que dice, y todas las idioteces que hace.
  • La gente odia a Phil Collins… y, si no, deberían.
  • Paul McCartney, uno de los grandes compositores de todos los tiempos, ha producido mierda de perro durante 25 años.
  • Si diesen medallas por tomar drogas en Inglaterra creo que ahora mismo tendría un pilón.
  • Una vez me senté junto a Liam en un vuelo de 15 horas para ir a Japón o algún sitio así. Fue terrible.
  • Liam es arrogante, borde, intimidador y un vago acabado. Es el tío más furioso que jamás conocerás. Es un hombre que va con tenedor en un mundo en el que sólo hay sopa.
  • A diferencia de mis colegas, yo no he ido a rehabilitación: putos maricones.
  • Ahora me dedicaré a emborracharme y a insultar a tantos músicos de los 80 como sea humanamente posible.
  • O me dejan escribir las canciones y somos superestrellas o se quedan aquí en Manchester por el resto de sus tristes vidas (antes de que se convirtiera en compositor principal de Oasis)  
  • Sólo porque vendas muchos discos no significa que seas bueno. Mirad a Phil Collins.
Liam Gallagher (éste, es el díscolo)
  • No hay ninguna duda de que soy el mejor.
  • ¿Kurt Cobain? Fue un imbécil que no pudo soportar la gloria.
  • El otro día Bono se me acercó y me dijo: “¿Cómo andas, hijo?”. “No soy tu hijo, pedazo de imbécil”, le contesté.
  • Soy Liam Gallagher, de Oasis. Todo el mundo me envidia, y, si no, deberían.
  • Puso toda su vida y todo su corazón en la música. Es el precio que hay que pagar por ser genial (Sobre Noel)
  • ¿Disciplina? No conozco esa palabra.
  • Estamos Lennon, Elvis y yo.
  • Si sintiera deseos de volarme los sesos, trabajaría en una mina de carbón o me haría paparazzi. Esta vida es jodidamente bella y no me volaré la cabeza por cualquiera: preferiría que alguien lo hiciera por mí.
  • Respeto a los Stones, pero sus últimos discos son una pila de mierda. Respecto a U2, no hablan como personas normales.

(A David Lento)

Y lo que tenía que suceder... sucedió.
Necesitaba confesión. Era urgente. Caminaba, confuso y tambaleante,  por Princess Street y de pronto un letrero de neón me iluminó interiormente. Comprendí. Era mi momento. Me sentía sucio y debía redimir por fín todos mis pecados (Oh, sí, dios; ¡TODOS! -Grité-).

5th Avenue, rezaba el cartel de la entrada. -Es una revelación- Me dije. Entré convencido de que en aquel gran templo de luces y sonido, encontraría la calma que necesitaba, la guía espiritual que me sacara de toda esa miseria que me rebozaba en acohol, drogas, mujeres ávidas de sexo y malos pensamientos, en los que llevaba sumido desde que estaba podrido de dinero.

No parecía distinguirse aquel lugar demasiado de los sitios que habituaba en los últimos dos meses. Paciencia - me repetía a mí mismo - Los caminos del señor son inescrutables. Llegué a la barra, después de lidiar con cuatro perracas, dos tíos muy chungos, una gorda que me recordó a...bueno a nadie, y tres camellos muy simpáticos que me dijeron que era la hora feliz (En Manchester se prolonga duarante tres días). Cuando posé mi codo sobre la madera pegajosa de la barra centeneraria del local, decidí esperar no sé bien a quien o a qué cosa. Si había llegado allí  de esa manera tan mística y cuasireligiosa es que el destino me tenía algo preparado. Algo importante, fundamental para el devenir de mi camino, en este espinoso camino de lujuría e ignominia en el que había convertido mi vida.

Mientras aguardaba, me dije, qué de malo hay en tomar una pinta para calmar la sed de la espera. Me dije, también, sería de tontos desaprovechar la happy hour local de esos camellos tan simpáticos, y claro, puestos a decirme, me dije igualmente, sería de malnacidos no invitar a ese par de hijos de puta que se están peleando con el camarero y rompen vasos a ritmo de eructos.

En ese momento, vi proyectarse hacía mí una tenue, pero muy favorecedora para mi cara, luz cenital, que hizo elevarme por encima de todas las cabezas de aquella sala. Cabezas rapadas, con rastas, cabezas melenudas, con flequillos infames, engominadas, cabezas que parecían verdaderos zepelines, cabezas sin pelo; incluso cabezas cuadradas. También cabezas que no eran exactamente cabezas.

Cuando me quise dar cuenta ya había caído de bruces y estaba en medio de Noel y Liam. Ellos me acogieron como buenos samaritanos. Ellos me guiaron. Ellos me drogaron, me emborracharon y me metieron en dos peleas. Ellos me prometieron la gloria eterna. Yo decidí seguirles. Me mostraron el camino. No era muy distinto al que ya conocía, pero me dije, qué cojones, es mi sino, aleluya, aleluya, cada uno con la suya... Me tocaron una canción, y como soy un maldito sentimental de mierda (un inconsciente), me convencieron. Hicieron que mi corazón dejara de llorar. Qué hijos de puta.





jueves, 15 de diciembre de 2011

Reconstrucción


Ninguna dicha, ninguna serenidad, ninguna esperanza, ninguna fiereza, ningún goce del "instante presente" podrían existir sin la facultad del olvido (F. Nietzsche, Más allá del bien y del mal)



El forense dictaminó.
-Muerte por olvido-

-Dejó de respirar por cansancio...  mientras dormía... arrojó su memoria al vacío...apenas sonreía...- Plañían una docena de monjas recién rapadas. Desnudas. Todas menos una.

Amaneció.

Despertó solo. La luz que entraba por la ventana, fulminó sus ojos recientes. Tardó unos segundos en volverlos a abrir y dibujó, por fín, una sonrisa en su cara (la sonrisa eterna, se le ocurrió).

El verdadero milagro de la vida.
Morir para volver.

Morir para creer(me) y empezar
otro día.


martes, 13 de diciembre de 2011

¿Empieza la cuenta atrás?


Hoy, ni es el día de la marmota, ni estamos atrapados en el tiempo con Bill Murray (con él no, por lo menos). Hoy hace un frío extremadamente cortante, amenazador. Seco. Hiriente en su recorrido. Hoy, hace un año, se le quedó el alma helada a Enrique Morente. El otro día creí verlo en La Estrella, pero no hubo bulerías postreras. Ni final feliz de madrugada.

Hoy no es un día cualquiera. Hace frío. El vaho saca a pasear lo que nos queda de alma. Se pierde en la inmensidad de un presente gélido. Despiadado, asesino. Sólo nos da cobijo una lejana letanía, arropada por guitarras eléctricas. Envuelta en una percusión ultraplanetaria.

Hoy es 13 del 12 del 11. El frío se ha apoderado de las malditas cábalas. Quién sabe si hoy la luna saldrá tarde. Quién sabe si Omega será nuestra última banda sonora. Esta noche de frío. Noche, noche.





Omega. Enrique Morente & Lagartija Nick.



Si bebes, no la cagues (III)

 Los gafapastas, la gorda, la China Patino y el camarero feo de cojones.





Típico amigo de Max "flequillo Belieber"



                      
                                                                                               
                                                     
                                   Ella también podría ser del grupo de amigas gafapastas de Max



Un instante antes de cometer la estupidez (Creo recordar).


La chica gorda no dejaba de mirarme, o eso creía yo. De hecho, me cercioré de que no hubiese nadie alrededor que no fueran marusas y/o gafapastas de uno y otro sexo, y que mi parte de la barra estuviese gobernada por el camarero menos agraciado de la sala; de hecho era un adefesio de culto (pero qué gran profesional, qué manera de poner copas a dos manos). La dulce oronda de tetas descomunales no parecía ser de ni una de las dos condiciones (marusa y/o gafapastas), y como no tenía nada mejor que hacer, decidí acercarme y recitar algo ingenioso y sublime, a mi altura.


- Qué tal, chica gorda.


- Ahora mejor. Puedo ver tu paquete de cerca. Me estaba dejando la vista...


- ¡Vaya, que chica tan gorda y tan directa! -No sé si lo pensé, o lo solté a viva voz. All in a la opción B. Fijo.

Sonaba Cycle. Antes lo hicieron The Pinker Tones y unas mezclas de Elastic band. El personal parecía sobreexcitarse por momentos, y a mí, la China Patino siempre me puso bastante. Ya tenía mi modelo en mente para chica gorda. Ella ponía sus inconmensurables tetas y yo las cervezas, una detrás de otra, que la imaginación haría el resto. Y el mdma de los amigos muerdemangas Vs almohadas de Max contribuiría a una noche llena de amor (dentro de una gorda). La noche empezaba a ponerse interesante. Otra cerveza y…Girl I gotta tell ya... Confusion!

Tras varios bailes descoordinados y varios restregones, mi gorda y yo (que ya había confianza) volvimos a la barra del grotesco, a la par que gran profesional, barman. De camino aproveché la ocasión para mirar con desprecio a Max y a sus amigas, discípulas de Simone de Beauvoir, de conversaciones inaguantables y caras de acelga, y a su séquito de truchas con gafas de colores, flequillos Belieber (como Justin, pero más gay) y pantalones de pitillo estrangulapelotas. Max miraba estremecido las mamellas de la pava, él, tan melodramático como siempre, incapaz de disimular, por muy julay que sea, la admiración que siente por una buena pechera.

-Tu amigo, el afeminado, no deja de mirarme las tetas – decía sin parar de reír mi Venus Ericina.


- Bueno, no es el único, gorda… y ya que estamos intimando, para no llevarnos un chasco, dime, ¿te gusta la música indie/pop/noise, o prefieres algo más tecno dance?


- ¿Qué? No te equivoques, yo vengo aquí porque entro gratis y me pasan de todo. A mí me van más Miguel Tosé, El espanto del loco… ya sabes, lo que ponen en los 40 Demenciales.


- No, si era por confirmar… Y de Baudelaire, Hemingway, Mann o Cortázar, cómo andamos.


- A esos no les he oído…


-Excelente. Entonces no hablaremos ni de Nietzsche, ni de Freud, ni del postpopperismo, ni de La naranja mecánica, ni de Lars Von Trier, ni de Godard, ni de…


-Pero, qué es toda esa mierda que sueltas por la boca, ¿pospopequé?


-Me vale. Justo lo que buscaba.


- ¿Qué dices?


-Sólo pensaba…


-Pues lo haces en voz alta, qué guay… -decía sin parar de reír mi diosa cani XXL- Oye..-de pronto se puso seria- ¿tú crees que estoy gorda?


-¿Gorda? No, preciosa. Abultada, algo rechoncha, rolliza, un pelín cebona, y quizás un poco mofletuda. Pero molas, gorda.


-Chachi. Tú sí que molas (mazo)- Esto último lo dijo con un tono sensual a lo Jean Arthur, y claro, terminó por desarmarme. Del todo. Así que tuve que responder como lo hubiera hecho cualquier galán de los años treinta.


-¿Vamos al servicio, encanto?



La gente saltaba. Las luces rojas invadían la sala. Volvía a sonar la China Patino. Volvía a afilar su mirada la arpía de Max. No le hice ni caso y volví a pedir dos cervezas a mi camarero favorito. Para el camino.

 
 
Cycle, con la China Patino... y Confusion!
 
 

lunes, 12 de diciembre de 2011

CÓMO REPRODUCIR UNA PISTA REPETIDAMENTE, MIENTRAS CUENTO LOS ANIMALES MUERTOS DE LA CARRETERA. El maestro sentencia. Yo me siento muy pequeño en la inmensidad de su lección.

Sigo fuera de lugar con el reloj parado,
refugiado en un rincón del tiempo y el espacio.
Caminos secundarios, desvíos sin señalizar,
estoy una vez más en medio de ningún lado.


Dejaré sin terminar mi autorretrato,
sin estrofas la canción, la casa sin tejado.
He de darme prisa porque, cuando despertéis,
me habrán nombrado rey en medio de ningún lado.


Donde el azar me lleve,
donde nada me recuerde a ti,
atascado entre el principio y el fin,
no tengo otro sitio adonde ir,
no tengo otro sitio adonde ir[...]

(Jose Ignacio Garcia Lapido)




El viaje continúa.Y mi vida suena en sus canciones.








jueves, 8 de diciembre de 2011

No es domingo, pero como si lo fuera. (1 Tiempo estancado. 2 Sopor asesino. 3 Donde habita el aburrimiento o el cigarro del olvido)

"Algo falla en el paisaje
        algo: quizá esta vida torpe
irregular
e irreverente".  (Luna Miguel)




Hace treinta y un años, Mark David Chapman, un yanqui desequilibrado, le pegaba siete tiros a John Lennon  a las puertas del Edificio Dakota, en el  Central Park West neoyorquino. Justo enfrente, la zona del parque denominada  Strawberry Fields... El loco de los cojones le había preparado un cruento homenaje. Prefirió eso, a descargar su arma en un McDonalds, como hace cualquier pirado covencional. Éste salió así de indie.
Como hoy sólo he leído un poco de poesía, poniéndole los cuernos a Tom Sharpe (¡vive! Veinte años después), para matar el tiempo, antes de que él me liquide a mí, el muy  i-o puta, me he entretenido con un libro de fotografías de Lennon. Y le he pegado siete tiros al tiempo. Que se joda (otra vez le he derrotado). He pasado un buen rato y he vuelto a leer el poema de la chica Luna, y he corroborado el déficit del paisaje, y he sentido ausencias, y le he dado una patada al aire de mi cuarto. Y casi me caigo.
Me voy a beber cerveza. Hablaré un rato de mi reencuentro con Sharpe, de qué te ha parecido el libro de Olmos, quizá de Houellebecq o de Murakami... pero también de cuando voy a escribir la siguiente parte de Si bebes no la cagues, o De como huir del gafapastismo y de como encontrar cobijo en unas reconfortantes mamelllas(1)... ¿Paradójico? Yo diría que algo cachondo, en realidad. O no. Bueno, así son las soledades compartidas. Contradictorias.

(1) También Joaquín Reyes tiene derecho a un homenaje en mi casa.









jueves, 1 de diciembre de 2011

Si bebes, no la cagues (II)

Mi punto de vista anoche. Y otras tantas noches.


Ocho horas después de cometer la estupidez.



Abro los ojos. Dolor de cabeza. Dolor de mandíbula. Vasos anchos, con culos de ginebra en la mesa. Una botella vacía en el suelo. Pegajoso. Aliento tóxico. Arma de destrucción masiva. Imposible tragar. Miro a izquierda y derecha, y me temo que no estoy en mi casa, aunque todo me resulta familiar. Oigo una voz infame, un ¡Qué noche más negra!
¿Lo ves?
(Que no se trague la lengua.)
(¿Qué pasa, chavalote?, ¿estás bien?)
Chungo ...
Chungo ...
Chungo ...
Chungo ..., y definitivamente mi cabeza rememora el puto Big Bang.


Es él. Es su apartamento. Es su estúpida voz y Love of Lesbian a todo volumen. Max no sólo encaja las drogas y el alcohol mejor que Poli Díaz los ganchos diestros de Pernell Whitaker, sino que al día siguiente aparece rutilante, el muy cabrón, restregándonos a los demás su frescor de limón del Caribe y su careto de anuncio de Estée Lauder. Sus desagradables alaridos, mal acompasando la música a tope, y sus arengas espabilatorias, son el pago por no haber llegado hasta mi casa anoche. Su apartamento está a cinco minutos del meollo noctámbulo, y se hace irresistible hacer parada y fonda con Max, ahorrándome media hora de pateo en un estado lamentable (Es más fácil encontrar un ovni que un taxi en esta ciudad. Apuntillo).


- Vaya pinta, tio… Ahí tienes paracetamol. Duchita, zumito y como nuevo.
- Ahora, ahorita, Ned Flanders…
- Ja, ja… Venga, que te voy haciendo el zumo, ¿le pongo un chorrillo de vodka?...
- Eres una perra muy graciosilla.
- Ya, pero una perra que te salvó ayer la vida, y ya van….
- ¿Pero qué dices? Te encanta dramatizar todo lo que nos pasa. Me voy a la ducha.
- Deja todo como está, que te conozco. Eh, ¿me oyes?... y no aproveches para ponerte mis cremas, y …
- ¡Que si coño, que si…! (que tío más pesado).
- ¡Te estoy escuchando!
- (Joputa…).


El cuarto de baño de Max es lo mejor de la casa. Es increíblemente grande y diáfano (para lo pequeño que es el apartamento), pero acogedor; inodoro y lavabo de diseño, grifería minimalista y ergonómica, papel pintado en lugar de azulejos y cremas, potingues, inciensos, velas aromáticas y mariconadas varias por doquier. Ah, y tiene razón el sarasa. Aprovecho cuando entro para untarme cremas antiarrugas, para el contorno de ojos, de las que reducen grasa del abdomen… Pruebo alguno de los innumerables perfumes, aguas frescas y colonias, también desodorantes, toallitas, e incluso, casi siempre (siempre), le mango alguna muestra de las cientos que tiene en cajas de colorines, que tiene perfectamente ordenadas, hasta que llego yo para revolverlas y tocarle un poco los cojones. Me encanta su baño. Y me encanta tocarle los cojones.

Y se me olvida lo mejor. La cabina de ducha con equipamiento de Serie: Lámpara Superior, extractor de vahos, jets de hidromasaje acupuntores, tele ducha móvil, generador de vapor, radio, conexión para CD, contestador telefónico, lámpara mural, esterilizador de ozono, masaje de pies…. Joder, si parezco un comercial de la tele tienda. Bueno, que es una pasada. Puedes escuchar el Chungo, chungo, chungo… mientras el agua y los vapores te devuelven a la vida. A la vida de Max. Eso si.


Continuará... Todavía queda lo mejor (aunque ya empiezo a dudarlo).


(Algunas plantas -Chungo,chungo,chungo...- de Love of Lesbian. Y tanto recuerdo de fiestas y fiestas...)



martes, 29 de noviembre de 2011

Si bebes, no la cagues


El que avisa no es traidor.



Seis horas antes de cometer la estupidez.




Suena el móvil. Me apresuro a cogerlo, creyendo que es Max para cambiar por quinta vez la hora de la quedada, pero no, no es él. La pantalla pronostica borrasca de las chungas, de la de rayos y centellas. El nombre de Daniela vibra al son que marca el iphone y tengo algo de miedo.



- Hola Dani... guapa…

- Déjate de palabras bonitas, cabronazo.

- Joder…

- Ni joder ni hostias. ¿Vas a pensar alguna vez en alguien que no seas tú? ¿Te has planteado alguna puta vez el daño que puedes llegar a hacer con todas las mierdas que escribes?

- No se de qué me hablas…tranquilízate…

- ¿Cómo? ¿Me vas a decir tú, TÚ, precisamente, que me tranquilice? El tío más neurótico y exaltado de la tierra… Si eres más histérica que la loca con gafas ésa con la que te juntas…

- Bueno, tampoco tienes que meter a Max en nuestras mierdas…

- TU mierda, guapo, TU mierda. No te equivoques. Eres tú el que escribe basura en esas revistas y blogs infames en los que colaboras.

- Ah… es eso…Mira…

- No, no voy a mirar nada. No vuelvas a mencionarme, ni a citarme, ni tan siquiera vuelvas a pensarme, ¿te enteras? Me tienes harta, olvídame, o-l-v-í-d-a-m-e. Ni eres mi amigo, ni lo vas a ser jamás. Eres mi puto ex y todavía no te has enterado…

- Dani…

- ¡Calla! Y métete esto en la cabeza, lunático de los cojones; me dejaste hecha polvo, me estrujaste y me quedé seca, tan seca, que  fui consciente, por fin, de que no me dejaste nada dentro. Ni siquiera ganas de vomitar, a pesar de la angustia que tuve durante días. Cortaste una relación que ni tú mismo hubieras soñado tener en toda tu rastrera y cochina vida, y no te conformas con dejarme en la cuneta como a una perra, sino que ahora, encima, te sirvo de inspiración para que escribas tu estúpida bazofia. Eres un capullo. Sí, un capullo engreído, que se cree escritor y no se da cuenta de que es un mediocre de narices.

- ¿Te has desahogado ya? No te preocupes. Lo veo normal, no te lo voy a tomar en cuenta…

- Eres tonto, pero tonto de culto, tío. Está claro que no te enteras de nada; para creerte tan lis…

- Si, si, ésa me la sé; para creerte tan listo, gafapastas, eres un poco gilipollas…

- Y encima siempre queriendo llevar la última palabra. Eres inaguantable. No vuelvas a llamarme  ni a escribirme, desaparece; deja de hacerme daño. Te lo pido por favor. Y no se te ocurra mandarme ni un puto sms, no quiero más palabras bonitas, ni más condescendencia. No digas nada. Nada. Voy a colgar… que te vaya bien.



Pues sí, ha colgado. Quizás tenga razón. Siempre fue la parte racional de la pareja… Así que sí. Tiene razón. Por cierto, cuando estaba terminando la bronca me he dispersado, como de costumbre; vamos, que he desconectado. Incluso he estado a punto de reírme (menos mal que me he podido aguantar) cuando he recordado lo me había dicho un conocido hace poco, a colación de su ruptura. Me comentó que el mejor polvo de los últimos años, lo había echado con su ex, tras haberlo dejado. Super excitante, me dijo. Cuando Daniela se estaba cagando en toda mi calavera, me he imaginado diciéndole que si le molaba un polvo de despedida, y todavía estoy con la risa tonta. La verdad es que tengo un sentido del humor un poco lamentable… It’s only rockandroll, but i like it. Me tomaré otra cerveza. Por los Rolling.

 
(Continuará... esta vez sí. Todavía queda lo mejor)


  Pero me gusta....

jueves, 24 de noviembre de 2011

Manual de primeros auxilios (I) Cómo tapar los socavones que produce la ausencia


1.  No llamar al 112. No te van a ayudar y además te van a pedir tantos datos, que en un momento dado te puedes plantear la segunda parte del Manual, "Cómo mandar a tomar por culo a la operadora". Y éso, si que no.
2. Llama a alguien para emborracharte. Si no hay nadie dispuesto, bebe solo, puede resultar patético, pero es muy plástico y literario, y además, los efectos suelen surtir antes (bebes más rápido).
3. Prohibido enunciar citas de Niestzsche, del estilo Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti. Tampoco cantes nada de Nacho Vegas o del Sr, Chinarro. Desde Santurce a Bilbao o Paquito Chocolatero suelen estar mejor vistas en el contexto de un buen pedal (léase también como jumera, pedo, tranca, turca, kurda, moña, tajada, borrachera, merluza o melopea).
4. Evitar a toda costa mirar a la chica de ojos dulces. Dedícate a lo que has hecho toda la puta vida. Mira culos y tetas, y si puede ser, con especial atención a Yolis, Chonis y Jenis. Compórtate como el voyeur que siempre has llevado dentro. No renuncies a él porque ÉL nunca lo haría. 

Un momento (me llaman)...



-Qué quieres... 
-Yo también me alegro de oirte cacho perro.
-Estaba escribiendo.
-Algo alegre, como siempre, há.
-Si, bueno, ya sabes, es lo que tiene tirarme a tu madre... Bueno, qué coño quieres.
-No sé como te aguanto...
-Estás colgado por mí. Desde siempre. Eres un marica con buen gusto.
-Antes muerto que olerte el aliento...
-Max... al grano, que tengo prisa.
-Ahora te jodes.
-Te cuelgo sarasa...
-Espera, espera.
-Dí.
-Adelanto el viaje, mañana estoy en las granadas y tengo dos invitaciones para Dorian... ¿qué te parece? 
-Bueh.
-Desde luego, eres la puta sonrisa eterna...
-¿Eh, cuando has leído mi diario, perrancana?
-A tí te lo voy a decir... Bueno, que te veo en la copera a las 9.30, tu invitas a las birras y a las drogas, que para eso vas a entrar gratis con tu Maxi, y no me digas nada, no te oigo, no te escucho, ciao bacalao...
-Oye, que no pue... oye, oye...Max...oye... eh... Será cabrón.




Bueno, vuelvo a la realidad, o no. ¿Por dónde iba? Seguro que intentaba contar algo importante. Seguro que iba a escribir una gran frase, una de esas que pondría como cabecera en el blog y serían recordadas, incluso a título póstumo; de hecho en mi funeral la leerían mis seguidores más acérrimos. Serían unas palabras fundamentales, crearían el verdadero apotegma, la gran sentencia, el anhelado aforismo. 
Y esta urraca con flequillo se lo ha cargado todo. Me ha dejado en blanco el pedazo de imbécil. Lo mato. Yo. Lo. Mato.
Total, seguramente no sería para tanto, o sí. No sé. Pero puede ser buena idea pegarme una fiesta mañana. Además, yendo con Max no se me acercará ningún moñas, siempre creen que somos pareja. Para creerse tan listillos, estos gafapastas son bastante gilipollas. 
Dorian. Me valen. También saben tapar huecos de tu ausencia. O eso dicen. Pues, bailad malditos.





martes, 22 de noviembre de 2011

Pues sí, era para tanto.


La política es el campo de trabajo para ciertos cerebros mediocres (...)  Los unos gobiernan por el gusto de gobernar; los otros, por no se ellos mismos gobernados. Entre estos dos males, éste es el menor.  (F.Nietzsche, en Aurora).



No se si he dicho ya que mi amigo Max (sí, el gafapastas medio lila que odio tanto), ejerce el periodismo entre borrachera y borrachera conmigo. Bueno, el caso es que me ha llamado hace un rato para recordarme que viene a Granada el sábado, que me ha comprado unos libros que necesito leer (es un capullo engreido, que se cree que me va adoctrinar en su muerdemanguismo literario) y que de paso, me iba a contar un chascarrillo de esos que a mí tanto me gustan (el bujarrón del demonio me conoce bien...). Su jefe le ha mandado para Génova esta mañana, y entre la muchedumbre, de pronto, ha sentido unos terribles retortijones (todo un clásico en Max, se caga siempre en los momentos y lugares más inoportunos; en el metro, justo cuando va a aterrizar el avión, en mitad de la autopista o cuando su pareja está a punto de correrse; así es este tio). Bueno, descompuesto, por culpa del agua de los madriles (según el interfecto, que vaya tela), se ve que ha topado con unos servicios privados. Raudo como una centella, apremiado por la madre de los apretones, no ha tenido a bien cerciorarse del sitio en el que se había metido. Al cabo de unos segundos, en el que su vida pasó como un flash ante sus ojos (siempre ha sido un poco exagerado), mientras se regodeaba en su alivio, se ve que ha empezado a escuchar en el w.c contigüo una voz que le parecia muy familiar. Coño, como que era el mismísimo Lariano Majoy -me ha gritado Max - Estaba hablando por el móvil con alguien que no te sabría decir quien era, pero era él, tio, si, si, el presidente (¡presidente, presidente!, he apostillado yo, no se porqué), ¿y a que no sabes lo mejor? Pues no, ¿cómo lo voy a saber? Y además date prisa, que me estás empezando a tocar los cojones con tus historias... Que no, que no, cállate chinaski de pacotilla, resulta que he cagado al lado del presidente. Culo con culo...madre mía... qué pasada... y como no me he podido resistir, cuando he oído que colgaba el teléfono, me he asomado por encima, apoyado en la taza del w.c y le he gritado ¡Lariano! y le he hecho una foto con mi iPhone 4S... ¿No me jodas, Max? Si, tio, y te la estoy enviando ahora mismo, antes de que me quiten el móvil los gorilas de la puerta, que me los veo venir...  Y de repente se ha cortado. Me ha parecido oir algo así como maricón, hijo puta, trae para acá éso o te partimos la cara  de berza que tienes. Mas o menos. Incluso podría asegurar que se oían golpes y gritos de Max. Pero quizá me lo esté imaginando. Ya me contará a su vuelta. Eso sí, la foto me ha llegado, y aunque no las tenga todas conmigo (Max es un trolas), yo diría que es el puto Lariano Majoy. Si, si. Desde luego, yo habría puesto la misma cara. Este Max es la rehostia.



lunes, 21 de noviembre de 2011

Jornada de reflexión (si, hoy, ¿pasa algo?)


Me pongo a pensar. Reflexiono. Joder, cómo me está costando. Hoy es lunes, he dormido poco y mal, y para más inri, se me ha caído el café encima del poema Tentetieso, de Joan Brossa, que iba a utilizar como encabezamiento. Vaya mierda esto de pensar. Sólo se me ocurre una cosa, ¿qué pasará a partir de ahora,  cuando empiecen a trabajar los cinco millones de parados? ¿Podremos soportar el tráfico por las mañanas, entonces?
Luego reflexiono un poco más. He quedado agotado.



sábado, 19 de noviembre de 2011

Mejor te cojo una cerveza, amigo



Hoy he quedado con Max en la puerta del Teatro Alhambra (los puntos de encuentro los suele  elegir él). Se ve que hay un performance de no sé quien cojones, un lechón de ésos que tanto le gustan, y que a mí, dependiendo de que salgan chicas desnudas, me puede llegar a interesar, o no. Max y yo nos llevamos a matar, pero nos necesitamos. Nuestra extraña amistad se circunscribe a darnos de hostias dialécticas sin compasión desde hace años, mientras nos bebemos mil cervezas, y en mi caso, además, criticar sin piedad su forma de hablar y escribir, su forma de pensar y actuar, y por supuesto, su pésimo gusto por el género femenino. Así solemos pasar muchas horas. Nos despedimos, o no; y juramos no volvernos a ver, o no. Hasta la próxima. En más de una ocasión le hubiera estampado contra la pared, pero al intentarlo, seguro que me hubiese esquivado y habría acabado de bruces en el suelo (el muy hijo puta tiene mayor tolerancia que yo al alcohol). Así que me lo imagino y sonrío mirándole al careto. Siempre se pone nervioso cuando lo hago y me suele mandar a tomar por culo.

No es muy común en mí, pero hoy he llegado con tiempo. No tenía nada que hacer y la resaca me impedía leer o hacer algo de provecho en casa, así que he decidido darme una vuelta. He pasado por la feria del libro antiguo y no había mas que bazofia. Crucigramas de hace treinta años, novelas rosas de ediciones de bolsillo, cuentos para idiotizar (mas) a los críos, láminas de escaso valor artístico y chorradas de ese tipo. El detonante para que me largara de allí no fue la muchedumbre, aunque la menosprecie (en el sentido nietzscheriano, porque yo diría que la odio), si no un par de soplapollas que se habían emancipado del rebaño, y a mi lado (adheridos a mi espalda, mas bien), sostenían un libro como si de una sandía se tratase, Oye, de qué me suena este libro, Hamlet, no te suena a ti de algo. No sé, tío, a ver el escritor… “Chespir”. Ah, pues no se de qué me suena entonces… Los miré con cara de verdugo vocacional y ellos me respondieron con un gesto bobalicón. Subnormales.

Me fui dirección al Realejo, pero paré en un chino para comprar una botella de agua, no sin cierta dificultad, ya que el chaval oriental se empeñaba en endosarme la de litro y medio. Le comenté que estaba deshidratado y con una resaca de cojones, pero que no me veía por la calle con una litrona de agua, Cosas de la policía -le dije-. Como no me comprendió, decidí coger una lata de cerveza, que total, estaba bien fría y me quitaría la sed. Y probablemente también la resaca.

Y eso ha sido todo hasta ahora. Bueno, me he saltado las veces que me he girado para mirarle el culo a los pivones que el alcalde suelta los fines de semana por la calles de Granada. Eso si es un performance –pensaba- y no lo que voy a ver con el moñas este. El caso es que estoy aquí sentado (viendo pasar el tiempo, que queda muy bien en este trance), con mi cerveza y mi ganas de despellejar a Max. Seguro que empieza a hablarme de los neutrinos, o de los avances con la telomerasa y de Elisabeth Blackburn; conozco muy bien sus temas de arranque. Siempre va con bufanda, aunque se cueza, con sus horribles gafas de pasta y un libro bajo el brazo. Lo odio, de verdad. A ver que lleva hoy. Como vuelva con Thomas Mann lo machaco. Ya lo veo a lo lejos.


(Continuará, o no)



jueves, 17 de noviembre de 2011

Juguetes rotos y otras gilipolleces de culto





- ¡Corre Dama, corre!

La muy perra salió como una exhalación y se fue alejando. Y alejando. Sin echar la vista atrás.
Nadie volvió a ver a Dama por el pueblo.

- Era sólo un juego -Mascullaba la gilipollas de la dueña - Era sólo un juego...




fantasías



Sin saber ni cómo, allí se encontraba. No recordaba nada, pero se sentía muy bien; mejor de lo que había estado en toda su vida.
Sólo deseaba una cosa en aquel instante. No volver a despertar. Jamás.



IMPRESENTABLES

Estos son los que nos han (des) gobernado hasta ahora mismito, y los que nos van a (des)gobernar Vs sodomizar  a partir del 21-N. Poco puedo decir al respecto, que no sea una sarta de improperios, exabruptos y maldiciones dirigidas a tanto mamonazo hijo de la gran... (¿lo véis? ya he empezado).



 El presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, ha hecho honor a la cualidad del líder del PP de no hablar con claridad sobre sus intenciones, en un mitin en Inda (Mallorca)... De ahí que se acoja tanto a la "Política del silencio". Ahora lo entendemos.




Grandes éxitos de Zapatero, Rajoy y Zaplana... Lo de Rajoy no lo supera ni el mismísimo Joaquín Reyes.




Otra gran actuación de Mariano "El silencioso", incapaz de contestar a una pregunta preparada, por parte de una dulce chiquita del PP.



Óscar López, lider del PSOE en Castilla León, deja patente la máxima nietzscheriana de que "no todas las palabras convienen a todas las bocas", con su bochornosa intervención. Por su condición de graciosillo y bocazas, este presonaje queda en evidencia. Evidentemente es un perfecto soplagaitas.





Y por fín (porque si no, no terminamos ni el día del juicio final - seguramente amañado -), la joya de la corona; el vídeo que quiso CENSURAR el PP. Amnesia, mejor que "pan y circo". Mierda de país...





Ps: Ánimo, cabrones, estáis a punto de conseguirlo. Homer Simpson puede llegar al poder. En breve.




martes, 15 de noviembre de 2011

El domingo quizás no vaya a votar.

No tengo ganas de levantarme
ni de calzarme las botas.
No tengo ganas de andar
ni de mirar adelante,
no quiero darme de bruces con las sombras
chamuscadas
en llamas de ciudades sin nombre,
ni quiero venir
ni llegar
ni quiero volver(te)

No tengo de ganas de leer, ni  de escribir
no quiero pensar
ni que me piensen.
No quiero sorber la rabia
ni las penas
ni el odio,
no quiero cruzarme con tu cara.
No tengo ganas…
No
   N O
        ¡N  O tengo ganas!

No tengo ganas
de nada
ni de algo
ni nada de nada, que ya lo he dicho
pero ni siquiera de un poco
ni un poco de nada,
te lo juro,
ni de saber dónde andas
ni de gritar mi asco en la calle
ni de vomitar como antes
mi alma.


Solo

Solamente

Me muero de ganas.


No tengo ganas de cantar soledades
ni de bailar en las barras,
no me quedan ya fuerzas
ni historias que contar
ni aliento para proclamas.
No encuentro ni espero,
no quiero
no busco
ni deseo.




Solo

Solamente

Me muero de ganas.




Y a qué cojones esperas
Me digo
Si ya no esperas nada.
Y no tengo respuestas
ni tengo esperanza
ni acierto con las palabras.
No tengo pulso, ni suerte
ni ganas
Porque no sé si ya lo he dicho
Lo que me faltan
ahora
son las ganas.
Tan solo me salen de la garganta
Palabras como Mugre,
Silencio,
Oscuridad, Desgarro, Soledad,
Tristeza,
Desilusión, Violencia, Desgana.
Telediario
Futbolista
Hijos/ de/ la /gran /puta.
Crisis, Dolor, Desencanto
Telomerasa (baja).
Y a qué cojones esperas
Me insisto
Si ya no esperas nada
Y reitero
me repito
me atraganto,
escupo al viento de cara
y me grito (sin tener ganas de gritar),
Si ya no esperas nada.



Solo

Solamente

Me muero de ganas.








lunes, 14 de noviembre de 2011

viernes, 11 de noviembre de 2011

Where is my mind?....

 Hace tiempo leí en alguna revista, que "El club de la lucha" hubiera sido la película favorita de Nietzsche.  Sin entrar en un juego de conjeturas  de ciencia ficción, he de decir que la frase impresa me gustó mucho. Es más, casi me imagino al gran Federico enardecido, ante tal exaltación de nihilismo en la cinta de David Fincher (Seven, The Game...).
"El club de la lucha" sigue siendo una de las  películas fundamentales de mi vida, y como tal, me la suministro "en vena" cada vez que el cuerpo me lo pide. Dios... qué gran película. Qué pasada de interpretaciones de Brad Pitt, Ed Norton y por supuesto, Helena Bonham Carter.
 No voy a escribir mucho más, porque estoy altamente excitado, y en mi estado, pulso las teclas de manera frenética y desmesurada, algo que puede resultar altamente lesivo para mi maltrecho portátil.
No obstante, como homenaje a esta OBRA MAESTRA, y a esta gran noche, os dejo varias citas de la misma, y algo que no se me va de la mente desde la primera vez que la ví en el cine. La última escena. La guinda de una gran película debe ser acorde a la misma, para ser catalogada como tal. Debe dejarte con la boca abierta mientras pasan los títulos de crédito, que en ese momento, en "El Club de la lucha",  desearías que no acabaran jamás. Con el colofón de mi canción favorita de los Pixies. Encima.


PS: Y si, si, lo que se ve en la secuencia final del vídeo es una polla. Of course. Una señora polla. En honor al personaje de Brad Pitt (Tyler), que se dedica en la pelicula a meter cortes similares, pornográficos,en cintas infantiles de dibujos animados, en forma de mensajes subliminales. Otra genialidad de la cinta.


 Tyler: Caballeros, bienvenidos al club de la lucha. La primera regla del club es no hablar del club de la lucha. La segunda regla del club es que ningún socio debe hablar del club de la lucha. En cuanto a la tercera, es: si alguien grita basta, flaquea o desfallece, el combate acaba. La cuarta, que sólo habrá dos luchadores. La quinta, sólo habrá una pelea cada vez. La sexta, se peleará sin camisa ni zapatos. Séptima regla, las peleas durarán el tiempo que sea necesario. Y la octava y última regla, si esta es vuestra primera noche en el club de la lucha, tenéis que pelear.

 Tyler: Nuestros padres fueron modelos de Dios y si nos abandonaron, ¿qué puedes pensar de Dios?
Narrador: No… no lo sé.
(Tyler abofetea al narrador)
Tyler: Escúchame bien. Ante todo tienes que tener en cuenta la posibilidad de no caerle bien a Dios. Él nunca quiso tenerte. Con toda probabilidad Él te odia, pero no es lo peor que pueda ocurrirte.
Narrador: Ah, ¿no?
Tyler: No le necesitamos.
Narrador: Eso es cierto, conozco un lugar…
Tyler: Que se jodan la maldición y la redención. Somos hijos no deseados de Dios. Así sea.


 Tyler: No sois vuestro trabajo. No sois vuestra cuenta corriente. No sois el coche que tenéis. No sois el contenido de vuestra cartera. No sois vuestros pantalones. Sois la mierda cantante y danzante del mundo.

"La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco nos estamos dando cuenta,lo que hace que estemos muy, muy cabreados."