Vistas de página en total

jueves, 9 de febrero de 2012

El esperpento de mi barrio. Dionisio, el clembuterol, el Metadonna, la profe buenorra y el pelirrojo indomable.

 El Dionisio, un camello muy risueño de madre vietnamita.


Vengo un poco dubitativo y contrariado de la calle. Esta puta incertidumbre que se cierne sobre mí como un  banquero ante su próximo embargo, es culpa exclusiva  de Dionisio, el camello del barrio. Regresaba yo de mi compra semanal en el Metadonna y el Di-o, como le llaman por aquí a este capullo desdentado, me ha asaltado en la esquina del colegio (su hábitat natural cuando no está en el Félix tomando cañas o Larios con pessi).

- Shhh.. eh, veshino, mira la merca que me he agenciado...
- Di-o, tío, que voy muy cargado ahora; déjalo...
- Que no, que no, compadre, que esto es diferente. Te va a molar fijo. Ya sabes que el Dioniosio no te engaña.
- Bueno, eso lo podríamos discutir tú y yo,  porque acuérdate cuando te pedí lo de la fiesta de fin de año...
- Calla, calla, eso son pollas en vinagre... Esto si que es gloria bendita y no la mierda de siempre - Mientras me quitaba la palabra de la boca, como de costumbre, me ha mostrado un frasco de plástico con unas píldoras de color bermejo, muy sugerentes, llamativas, casi irrenunciables.- Qué...qué me dices...-
- ¿Qué coño es eso?
- Clembuterol, tío. Puro y duro. Lo mejor que puedes pillar en toda la ciudad.
-¿Qué? Pero que haces tú con ... Además es Clenbuterol, con ene...
- Eso será en inglés, cara haba, y aquí estamos en España, ¿entiendes? Cuando te juntes con toda la peña esa de gafapastas y listillos, con la que estás todo el día onfair, obcors, y todas esas mariconadas, hablas como quieras, pero aquí, con el Di-o, en espanich.
- Bueno, lo que tú digas, pero ¿de dónde lo has sacado?
- Pues nada... Ha pasado un ciclista a toda hostia, que bajaba de cumbres verdes, y como si fuera un avituallamiento de esos del Tour, me ha pasado la merca a cambio de un gramo de farlopa y una bolsa de maría de tercera generación. Decía que ahora le venía mejor para no sé que cojones de carrera...
- No me jodas...
- Pues sí... Es lo que tiene estar tan bien situado. Qué te voy a contar... Venga, el bote con 60 pirulas por cincuenta napos...
- Sólo llevo treinta.
- Cuarenta y salgo perdiendo...
- Toma los treinta... y cinco que llevo suelto, y te jodes, que me debes la vuelta de la otra vez...
- Hijo puta el poeta, cráneo privilegiado...
- Eh, ¿y tú cuando has leído eso?
- Lo qué...
- La sinécdoque del borracho en Luces de...bueno, mira, da lo mismo.
- Si, porque dices unas gilipolleces que ya te vale, á-eh.
- Toma, el puto dinero, que me largo.
- Espera, vamos a fumarnos un canutillo para despedirnos, ¿no?

Ha sacado un chivato lleno de marihuana, se ha liado un porro en menos de diez segundos con la mano izquierda, lo ha encendido y me lo ha pasado tras darle una calada tan vehemente como abominable. La maría estaba de cum laude y me he ido dando tumbos con mi bolsa de la compra semanal y el bote con pastillas de colores.
Antes de abrir el portal, una ráfaga de viento fresco, proviniente de la Sierra,  ha sorprendido al cretino de Dionisio, y todo el contenido del chivato ha salido volando en dirección al patio del colegio de primaria, ante el alborozo de varios críos de seis años que estaban apostados en la verja de la entrada. Uno de ellos, pelirrojo y cabezón, ha sacado un mechero de su bata comida de mierda y ha comenzado a gritar no se qué de una rave...


El niño pelirrojo, pasó de la señorita Mercedes y organizó una rave histórica en el recreo. A partir de entoces sólo responde al nombre de Pete-rojo Doherty. El ministro Wert tiene un grano en el culo con este niño.


El caso es que ahora, mientras se oye desde mi casa el if you want to be a bird, entonado por los niños de primero "B" junto a su señorita Mercedes, la seño buenorra, y una fogata impregnada de olores envolventes, me siento bastante desconcertado (y colocado, en ayunas) con el bote de clembuterol (en español) postrado en la encimera de la cocina, justo delante de mi.
Tengo la sensación de haber perdido treinta y cinco euros. Me duele la cabeza. Los niños cada vez gritan más fuerte y la seño Mercedes, la buenorra, parece desbocada. No tengo bici. No hago deporte. Y la bolsa del Metadonna está chorreando. Los huevos, como de costumbre, se me han chafado. Fijo.





No hay comentarios: