Vistas de página en total

martes, 1 de junio de 2010

Animales peligrosos en Alhaurín El Grande

El pasado domingo no podía dar crédito a lo que veía en un telediario; y ahora, pasadas cuarenta y ocho horas, sigo dándole vueltas a la cabeza y no logro comprender nada de nada. Voy alejándome de ese estado de perplejidad para dar paso a uno de indignación, cada segundo que pasa, más inaguantable.
Escribo, por si alguien no se ha enterado todavía, de la barbarie perpetrada por decenas de cafres, anormales e indeseables cavernícolas, que arropados por la impunidad que da en esta mala, malísima sociedad, la mezcla de gentío, alcohol, ausencia de inteligencia y por supuesto, de un mínimo de sensibilidad, machacaron a golpes y patadas a una pobre vaquilla de medio pelo, puesta al servicio público (al parecer) para que una panda de hijos de puta pudiesen descargar su deleznable violencia, con el beneplácito del “respetable y la presidencia”.
No se si me da más asco la cuadrilla de vándalos o el silencio del resto, incluida la autoridad municipal. No se que me repele más, si el hooliganismo de los mozos (si, porque mozas en el altercado no las había) o los que les ríen la pérfida gracia. No se en quien vomitaría mis vergüenzas y denuncias, si en los que delinquen o en los que aluden al manido e ignominioso discurso del “son cosas de chavales…”. Cómo no lo se con seguridad, me cago en la asquerosa calavera de todos juntos. Y, no, no; no me termino de quedar a gusto.

Me quedaré un poco más tranquilo, si se denuncia a cada uno de estos criminales (hay imágenes suficientes para ello) y si los ediles del pueblo realizan una declaración pública, deplorando hechos como los acontecidos en las fiestas patronales. Me quedaré un poco más aliviado si se señala a los culpables del citado maltrato y “animalicidio”, y éstos pagan por su vileza. Si se les escarmienta por su fechoría. ¿Porque alguien duda de lo que haría un animal de esta cruel manada, si borracho y enfervorecido por la muchedumbre, se encontrara con una chica mona en mitad de la noche? ¿O con su propia novia o mujer? ¿O con el tonto del pueblo? ¿O con el listo? ¿o con el negro?....

Defender o silenciar cabestradas como la de dejar una pobre vaca inerte en el albero (alguno todavía la pateaba y salía corriendo mientras la escuálida becerra yacía moribunda) , a base de puñetazos, patadas y cabezazos, puede ser el principio del fin. Y no me llaméis tremendista. Primero observad las imágenes.

Como decía Brecht, cuando vengan por ti, a lo mejor ya no quedará nadie para defenderte. Y menos para contarlo.

1 comentario:

Serfon Dravanjhao dijo...

Como es mi primera intervención es de recibo presentarme.

Hola, soy Pepe.

Hechas las presentaciones comentaré a modo de cebolletas una anecdota.

Podríamos datarla en el olímpico '88 y si no, pues rondando por ahi, chispa más o chispa menos.
Decir que en aquellos tiempos los niños (algunos menos niños) dábamos por culo en la calle y las fiestas del barrio, de nuestro querido Séidin (con tilde en la é). Las fiestas eran la escusa perfecta para no dejar de pisar la calle porque siempre había algo que hacer. Evidentemente nos apuntábamos a todo y si no, nos lo inventábamos.

Un dia, recuerdo ir con Carlos, no se si alguien más, seguro que si. En la placilla que hay en la avenida de Barcelona, enfrente del Chencho, el pregonero de turno (incluso podria ser "el mismo") con microfono en mano iba contando las actividades previstas para la tarde...

"Hoy tendremos carreras de sacos, y carreras de cintas, concursos, disfraces...." y asi iba diciendo una tras otra al tiempo que los mozos vitoreaban con alegría el pedasso de tarde que se habia montado. El espiker seguía y seguía y terminó diciendo... "¡¡y al final vamos a soltar un pollo vivo!!"

Reconozco que me descojoné y nos descojonamos, no entiendo con que intención iba a ser soltado y si fue verdad o no lo de la suelta porque no nos quedamos a ver que pasaba con dicho pollo, lo que si es cierto que muchas veces a modo de chiste o chascarrillo se ha comentado la famosa frase de "¡...un pollo vivo!".

Afortunadamente para los pollos, para el futuro del barrio e incluso para nosotros mismos no se volvió a repetir y asi no se dió lugar a que se institucionalizara el día del "pollo vivo" como tradición. Algunos tiran una cabra del campanario, no lo entiendo.


Posdata a título informativo:
Me gustan los toros.
Pero en el ruedo, toreados, picados, banderilleados y estoqueados, ¡eso si!, como mandan los buenos cánones. (esa frase la decía Agustín González en una peli que bien podría ser alguna de la escopeta nacional, no lo se)

Salud y Rock. Pepe Morsa.