La noticia, como digo, es buena. Sus secuelas tienen muchas aristas. Muchas. Pero eso no lo analizaré esta noche. Esta noche es para celebrar, para recordar, para respirar. Es para disfrutar de las pequeñas cosas de Serrat. Esta noche es para fumar con devoción, para oler la tierra mojada por las primeras lluvias otoñales, para saborar un vino inesperadamente bueno.
Este principio de semana tiene una razón histórica para no cortarnos las venas. Aunque esta mañana, la fugacidad de unos ojos dulces, hayan podido levantarme el lunes del desánimo. Su imposibilidad no termina de importarme. Me vuelvo idiota ante la belleza y me vuelvo a decir It's only rockandroll but like it...Pero eso es otra historia, so idiota.
Hoy le daremos una oportunidad a la paz.
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